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Poema de amor de Merche Monroy
Para amarte tanto
Es necesario morirse muchas veces.
Tantas.
Y las palabras inmensas.
Las de ternura exacta.
Las de eternidad escasa.
Las requeridas ( las mas temidas ).
Se van tornando abismos inciertos.
Tinieblas rasas, cenizas, lamentos.
Disolviéndose entre la grandeza
Que en ti pretendía alcanzaran.
Y no alcanzan.
No alcanzan.
Soy.
Estoy.
Me encuentro en ti.
Frente a mi,
Yo misma,
Te siento revolotear en mi vientre
Veloz.
Revolverte en mi carne
Feroz.
Y soy.
Estoy.
Te encuentras en mi.
Y es que …
Para amarte tanto
Es necesario morirse muchas veces.
Tantas.
¿Mas que puedo temer
Si el espacio se ensancha
Para alejarnos?
Si tan solo debo
Arrancar mis órganos
Para olvidarnos.
Tan solo
Despedazarme el cuerpo
Para borrarnos.
Y si existo,
¿Qué puedo sino morir?
Y si muero,
¿Qué podría sino existir?
Entonces, mi cielo,
¿Qué puedo temer sin ti?
Tomo el recurso
De dejar hablar
En silencio,
A la locura.
Derramando silbidos de polvo,
Viejos versos que se desperezan
Y telas de araña amigas,
Dentro de mi cabeza.
Y se desliza
Entre latido y latido
Tu nombre.
Cuanto palpe cada letra
Y dormí en cada pliegue.
Cuanto lo deshice
E hice,
Para volver a reencontrarte
Y alegrarme tanto.
Tanto.
Juego a cazar melodías
Con los labios.
Y nos atrapo a nosotros.
Y me gusta repetir
“Nosotros”.
Porque me suena a
Sabanas enmarañadas,
Dos tazas en la mesilla
Y piernas entrecruzadas.
Y es que …
Para amare tanto
Es necesario morirse muchas veces.
Tantas.
O estar en otro lugar.
O en otro tiempo.
O en otro cuerpo.
Y no mirar
Con las pupilas duras
De quien ya no encuentra
Quien le mienta.
Y topa de frente con la verdad.
Que nunca lo fue.
Ni dejo,
Al fin,
De serlo.
Así pues
Trazo su trayectoria
De recovecos.
Hacia donde recordar
Solo es palabra.
Y de la palabra, eco
eco
eco.
Merche Monroy
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Poema de amor de Augusto Passon
Cuando el feliz universo de tus labios cae
A mi corazón como una uva nocturna,
Desandando la primavera del beso en tus caricias,
Hasta el mundo me es ajeno y pequeño.
Cuando cruzas el silencio de mis nostalgias
Cae tu nombre como un racimo,
Entonces, mujer, te amo,
Como si el nombre de tu boca llevara el mismo que la mía.
Y como si cada palabra que aroma el viento
En los desiertos confines del alma olería a ti.
Como si te amará sin medida alguna ni por qué,
Como si esta amarga sabia que aroma mi instinto te perteneciera,
Y como si esta primavera enterrara su lámpara
De colores en tus ojos, y que la roja rosa que yo adoro
Lleva el mismo color que tus labios amor.
Por eso, ven, ven mujer conmigo,
A cruzar este mundo,
A deshacer el sol como un puñado de pan entre los dedos,
A conocer la inmensa dicha,
Y a vivir en el paraíso del alma.
Augusto Passon, poema romántico.
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Poema de amor de Merche Monroy
Palabras de tiza
Te vas,
Dejando entornada nuestra puerta
Y tras ella,
Mi destino congelado,
Que rompe a hervir, intermitente,
En los largos transcursos
De cada latido,
Que se sienta a esperarte
Y prende la luz
De el “después”
De “mas tarde”.
Enmudeciendo el estruendo chirriante
Que salpica la angustia, en mi cara.
Reposando sobre mis ojos
Varios soles ardientes, sobrepuestos,
Que te acercan en rápidos recortes
De alcoba desnuda.
Descansando, como entre granos de café,
En el aroma de encontrarte.
Expandiéndose, profunda y lentamente,
En el deleite
De la espera y
De el llegar.
Permanezco inmóvil.
Aguardando la caricia de tu voz
Que siempre acaba por abrazarme.
Esperando, tus dedos de tiza,
Escribiendo versos sedientos
Sobre mi piel,
Que el sudor exaltado
Se encarga de borrar,
Para volver a reinventarlos y rescribirlos.
Desde tus dedos
Hasta mí.
Sin rima, sin métrica.
Solo un profundo agujero
Escupiendo palabras benditas
Que se dibujan, impacientes, en mi cuerpo.
Merche Monroy
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